jueves, 29 de enero de 2015



El hombre que plantaba árboles

Recomiendo la lectura de El hombre que plantaba árboles (1953) del escritor francés Jean Giono. Quienes no tengan acceso al libro pueden ver arriba el cortometraje homónimo de Frédéric Back,  premio Óscar a la mejor animación en 1987.

Este clásico de la literatura ecologista cuenta la historia de un pastor que se dedica a sembrar cada día cien semillas, sin preocuparse por quién es el propietario de la tierra. Al cabo de los años, logra crear un bosque de grandes proporciones que es declarado reserva forestal por las autoridades. También, vuelve el agua a la región, el viento merma su fuerza y se detiene la aridez de los campos, beneficiando a los pobladores locales. 

La lección más importante del cuento de Giono es la importancia de la acción individual. Eso es cierto tanto para mal (por ejemplo, en el caso de los delincuentes o de los terroristas llamados "lobos solitarios"), como para bien, cuando una buena obra irradia sobre el conjunto de la sociedad. Así, Wikipedia señala que la lectura de esta historia de ficción ha motivado muchas operaciones de reforestación alrededor del mundo. Es el caso de Abdul Kareem en la India; de Wangari Maathai en Kenia; de Donald Leigh Chapple en Nueva Zelanda o de Marthinus Daneel en Zimbabue. 

Al respecto, dice Peter Singer : “Frecuentemente, pensamos que una sola persona no puede cambiar el futuro de los niños, de los seres humanos o de los animales en peligro. Entonces, preferimos quedarnos cruzados de brazos. Pero ese sentimiento de impotencia es una ilusión, una trampa que nos tiende nuestra psiquis, y hay que ser consciente de ello. Todos aquellos que se han vuelto vegetarianos o veganos, que han militado por la liberación animal o consagrado un poco de sus medios para intentar reducir la pobreza sobre la tierra, han participado en la mejora del mundo, el cual es hoy, gracias a ellos, diferente y menos cruel que si no hubieran hecho nada” (Les animaux aussi ont des droits. París : Seuil, 2013, p. 85).

Vea también en este blog: "Todos podemos plantar un bosque".